Mis pequeñas.

En la Photokina de 2010 Fujifilm cometió una osadía, presentó el prototipo de una cámara que, según las declaraciones de los mandamases de muchas compañías -por ejemplo Nikon- no se fabricaba en estos tiempos digitales porque no tenía mercado y nadie la compraría; una cámara digital con controles de tipo tradicional, mandos de control directo de apertura, enfoque y velocidad. Además decidieron hacerla en forma de cámara compacta de visor directo, con objetivo no intercambiable. Había nacido la Fujifilm X100 que se convirtió en la triunfadora absoluta de aquella feria. Ese prototipo ni siquiera tenía garantizado llegar a la serie… pero su éxito fue tal que, cuando se confirmó su fabricación, se generalizaron las listas de espera en la mayoría de mercados. España no fue una excepción.

La cámara «que no tenía mercado» (incluso ante el éxito de público del prototipo, algunos insistían) se convirtió en un éxito para Fuji, vamos ya por la tercera revisión del modelo, con la X100T presentada el pasado año y animó a la marca a presentar un sistema de cámaras CSC de objetivos de intercambiables siguiendo una filosofía bastante similar; además de presentar algunas otras compactas de gama alta de sensor más pequeño, que también fueron bastante bien recibidas.

La X100 es una compacta de sensor APSc y visor directo, con un factor de forma similar al de las telemétricas clásicas de objetivo fijo. Equipa un 23mm f:2.0, equivalente a un 35mm f:2.8 en una cámara de formato 24×36. No lleva telémetro, pero a cambio su visor fue realmente revolucionario, al combinar la posibilidad de disponer de un visor óptico directo con marco brillante superpuesto (y un montón de información disponible, como la escala de enfoque y profundiad de campo, o el nivel de inclinación, compensación y valores de exposicion, ect,) con la posibilidad de pasar el visor a nivel de ojo a un funcionamiento totalmente electrónico. Un EVF que muestra lo captado por el sensor.

Las posteriores X100s y X100T equiparon mejoras en las capacidades del visor óptico directo para su uso en el modo de enfoque manual, que en la original solo se podía hacer por estimación de dstancia.

Poseo una X100 desde que salió, y es una de las cámaras con las que mejor lo paso haciendo fotos. Es la única que me ha acompañado en muchos viajes y salidas

Me encantó desde que vi el prototipo, no solo por haber usado mucho tiempo cámaras de película de enfoque manual con controles tradicionales, como la Pentax K1000 o la Nikon FM2.

La culpable era otra cámara de película, que heredé de un familiar: La Konica IIIM, una telemétrica de enfoque manual y óptica fija, con obturador central (como la X100); una cámara de los años 50 del siglo pasado, que equipaba algunas soluciones poco comunes para su época, algunas no implementadas en cámaras posterioes y más caras

Si visor de magnificación 1:1 tiene corrección de paralaje y tamaño conforme se enfoca a distancias cortas (algo no visto hasta la X100). Equipa un 50mm f:1.8 de muy buena calidad -es muy nítido pese a los años- y sus 5 palas de diafragma son redondeadas para dar una apertura razonablemente circular en las aperturas mas grandes. Fue de las primeras en tener un fotómetro acoplado a los ajustes del objetivo, aunque no era TTL sino que usaba una placa de selenio -en la mía está fuera de funcionamiento-. También tenía algunas soluciones poco comunes, como la palanca de avance de dos toques, situada coaxial al objetivo, para accionarla con el pulgar de la mano izquierda hacia abajo.

Ésta es una de las cámaras con las que mejor me lo he pasado haciendo fotos en mi vida y, con mi vuelta al uso de película de blanco y negro hará así como un año, me dolía verla parada. No la podía usar porque había fallado su obturador hace tiempo.

Hoy mismo la he recibido reparada… Y ya está cargada y acompaña a la X100 en la misma bolsa.konica04

Aquí están ambas, con sus tapas, magnéticas, puestas. Misma solución con muchos años de diferencia.

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